Fusión de Colores
Si algo llama la atención al viajero que se aproxima a estas tierras es, sin duda, la omnipresencia de los viñedos, milagro de la naturaleza que tiñe el campo con su espectacular mutación de colores marcada al ritmo de las sensaciones a lo largo de todo el año.
El vino es el protagonista de la vida de Cenicero. Es algo más que una actividad agraria. Es una forma de vida, una manera de integración del hombre con su entorno, son saberes heredados, es amor a la tierra, es, en definitiva, una forma de cultura.
Cultura que se mueve por y para el vino, culminando en la bodega los sudores del campo. Bodegas que guardan en su interior los secretos de una perfecta elaboración, el sosiego de una correcta maduración y el espacio para compartir vida y experiencia.